viernes, 14 de junio de 2013

RELACIONES PÚBLICAS


OPTIMIZANDO LAS COMUNICACIONES
Un Licenciado en Relaciones Públicas de nuestra Facultad se adelanta a los cambios, gestiona las comunicaciones entre las organizaciones y las personas, escuchando los intereses de los públicos sobre los que actúa, monitoreando las opiniones de los grupos, formando una imagen positiva, motivando a las personas e instituciones e influyendo sobre ellas.
Es un profesional entrenado para desarrollar innovación, comunicación, con capacidad creativa para generar una visión holística de las Relaciones Públicas.
Estudiar Relaciones Públicas significa evaluar los resultados de una estrategia de comunicación, optimizar las relaciones internas y externas contribuir al fortalecimiento de los intereses de las empresas, y de las instituciones como medio para colaborar en la obtención, en forma exitosa, de los objetivos propuestos a través de la planificación, la negociación, y la gestión.
ÁREA COMUNICACIÓN CORPORATIVA Y EMPRESARIA
El Área Comunicación Corporativa y Empresaria de la Facultad de Diseño y Comunicación está integrada por las siguientes carreras y títulos: Relaciones Públicas: Analista Universitario en Relaciones Públicas (30 asignaturas - 3 años). Licenciado en Relaciones Públicas (10 asignaturas más - 1 año más). Organización de Eventos: Organizador de Eventos (16 asignaturas - 2 años). Organización de Torneos y Competencias: Organizador de Torneos y Competencias (16 asignaturas - 2 años). Comunicación Empresarial: Técnico en Comunicación Empresarial (16 asignaturas - 2 años).

La Importancia de las Relaciones Públicas en la Vida Moderna

Cada vez que la empresa moderna va construyéndose en un núcleo esencial del desarrollo económico de los países y en un factor de fuerza política, aunque no reconocida, real y existente, cada vez es más importante el papel de quien tiene a su cargo en las empresas la relación de un negocio con el público y con el Estado. Esta importancia de la profesión de Relaciones Públicas la podemos dividir en dos: las relaciones públicas en relación con el Estado y las relaciones públicas en relación con el público.
Generalmente se entiende como actividad de relaciones públicas, la forma como el empresario se acerca a los órganos del Estado, esto se una visión parcial de la actividad de las relaciones públicas; es muy importante que una empresa tenga buenas relaciones con las autoridades, es decir, con el Estado y con el gobierno, pero no lo es suficiente. La empresa tiene dos lados, por uno, es un interés privado concreto y por otro lado, es un interés público. Por un lado, está ligada la empresa al Estado y a la autoridad y a la dirección y al desarrollo de la política de un país, y por el otro, la empresa se debe a un público, al público al cual le va a rendir cuentas mediante la producción de mercancías o servicios.
En esta forma, las relaciones públicas deben mirarse no sólo desde el ángulo de la autoridad y de la cercanía de la empresa con el consumidos, de manera que nuestra actividad tiene que ver fundamentalmente con estos dos grandes elementos dinámicos de la sociedad contemporánea: el público consumidor, por un lado y por el otro, las autoridades, el Estado o el gobierno, que son sinónimos, para este caso del concepto de poder público. Ahora bien, es evidente que frente a estos dos factores dinámicos de las sociedad contemporánea la función del hombre de relaciones públicas consiste en crear en ambos sectores una imagen adecuada de la empresa que representa. Es indispensable que al actuar como hombre de relaciones públicas un buen crédito frente a la autoridad, ya que el estado moderno es cada vez más una fuerza actuante en el mundo de los negocios.
No es posible pensar en la época contemporánea, que se pueda vivir en la empresa encerrado en una torre de marfil, alejado de los problemas de la comunidad en general y de los problemas públicas y políticos directamente. La empresa está ligada a la actividad económica de un país y como el Estado hoy en nuestros días, independientemente de nuestro gusto personal, es uno de los elementos promotores del desarrollo económico, la relación directa de la empresa y el Estado es una r3elación básica y fundamental para el Estado y para la empresa.
Una empresa que tuviese una carencia de Relaciones Públicas en el sentido de relación pública de su empresa y de contacto y de conexión de su negocio con las autoridades sería una empresa con serias dificultades en su desarrollo interno; esto ya no es posible pensarlo, conforme a la socialización de los medios de producción y de consumo característica de nuestra época. No obstante que hay en estos momentos grandes reacciones a favor de que una retracción de la actividad pública en los negocios privados vaya creciendo, conforme esto suceda, el papel de las relaciones públicas en el sentido del contacto con la autoridad es un papel decisivo y fundamental en la actividad de una empresa y esto no solo se refiere a las empresas de gran capital social de gran fuerza económica, sino a todas las empresas en la escala de la mediana, de la pequeña e incluso la artesanía.
Petróleo, energía eléctrica, acero, cemento, las grandes fuerzas que hoy crea la sociedad contemporánea, necesitan una estrecha y circulante actividad de relación directa con el Estado y con la autoridad. Si esto no acontece así, se pude producir en estos grandes sectores trastornos de consecuencias inimaginables y a veces catastróficas para estos sectores de actividad, que en parte podrían explicarse por una falta de desarrollo del concepto de la actividad social , de las relaciones públicas.
Piensen ustedes que lo que se debate hoy, en estos momentos el mundo de nuestros días, es precisamente si una actividad debe pertenecer o no al sector público, o si, al contrario, debe ser de la exclusiva incumbencia del sector privado.
En definitiva, es fundamental e importante la imagen, la relación y el contacto que se forma de los negocios privados frente a la actividad de la autoridad. En segundo aspecto figura el público consumidor. Si importante es tener buenas relaciones con el Estado, tanto o más importante es tenerlas con el público consumidor, porque ahí ya no está en juego la posición política del negocio, ahí está en juego la existencia misma del negocio.
Si nosotros no logramos presentar al público, que es en última instancia el juez que decide de la existencia de nuestra producción, un producto cuya imagen y cuyo gusto satisfaga al consumidor, nosotros habremos fracasado. Desde el punto de vista de lo que se busca a través de una empresa significa, a la postre, la quiebra del negocio, es decir, el cierre de una fuente de trabajo y consecuentemente el fracaso del empresario, del director o de los socios. Frente al público consumidor y frente a la autoridad hay un personaje que ha nacido del mundo contemporáneo, ese personaje es el hombre de las relaciones públicas; en los dos ángulos y en los dos campos tienen amplísimo radio de acción.

En la medida en que tenga buenas relaciones públicas una empresa con el Estado y en la medida en que una empresa tenga una buena imagen frente los consumidores, logrado por el hombre de las relaciones públicas, en ese medida podremos decir que esa empresa tendrá éxito y el hombre de las relaciones públicas será un personaje indispensable en el desarrollo de esa empresa.

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