OPTIMIZANDO LAS COMUNICACIONES
Un Licenciado en Relaciones Públicas de nuestra Facultad se adelanta a los
cambios, gestiona las comunicaciones entre las organizaciones y las personas,
escuchando los intereses de los públicos sobre los que actúa, monitoreando las
opiniones de los grupos, formando una imagen positiva, motivando a las personas
e instituciones e influyendo sobre ellas.
Es un profesional entrenado para desarrollar innovación, comunicación, con
capacidad creativa para generar una visión holística de las Relaciones
Públicas.
Estudiar Relaciones Públicas significa evaluar los resultados de una
estrategia de comunicación, optimizar las relaciones internas y externas
contribuir al fortalecimiento de los intereses de las empresas, y de las
instituciones como medio para colaborar en la obtención, en forma exitosa, de
los objetivos propuestos a través de la planificación, la negociación, y la
gestión.
ÁREA COMUNICACIÓN CORPORATIVA Y EMPRESARIA
El Área Comunicación Corporativa y Empresaria de la Facultad de Diseño y
Comunicación está integrada por las siguientes carreras y títulos: Relaciones Públicas: Analista Universitario en
Relaciones Públicas (30 asignaturas - 3 años). Licenciado en Relaciones
Públicas (10 asignaturas más - 1 año más). Organización de Eventos: Organizador de Eventos (16
asignaturas - 2 años). Organización de Torneos y Competencias: Organizador de Torneos y
Competencias (16 asignaturas - 2 años). Comunicación Empresarial: Técnico en Comunicación
Empresarial (16 asignaturas - 2 años).
La Importancia de las Relaciones Públicas en la Vida
Moderna
Cada vez que
la empresa moderna va construyéndose en un núcleo esencial del desarrollo
económico de los países y en un factor de fuerza política, aunque no
reconocida, real y existente, cada vez es más importante el papel de quien
tiene a su cargo en las empresas la relación de un negocio con el público y con
el Estado. Esta importancia de la profesión de Relaciones Públicas la podemos
dividir en dos: las relaciones públicas en relación con el Estado y las
relaciones públicas en relación con el público.
Generalmente
se entiende como actividad de relaciones públicas, la forma como el empresario
se acerca a los órganos del Estado, esto se una visión parcial de la actividad
de las relaciones públicas; es muy importante que una empresa tenga buenas
relaciones con las autoridades, es decir, con el Estado y con el gobierno, pero
no lo es suficiente. La empresa tiene dos lados, por uno, es un interés privado
concreto y por otro lado, es un interés público. Por un lado, está ligada la
empresa al Estado y a la autoridad y a la dirección y al desarrollo de la
política de un país, y por el otro, la empresa se debe a un público, al público
al cual le va a rendir cuentas mediante la producción de mercancías o
servicios.
En esta forma,
las relaciones públicas deben mirarse no sólo desde el ángulo de la autoridad y
de la cercanía de la empresa con el consumidos, de manera que nuestra actividad
tiene que ver fundamentalmente con estos dos grandes elementos dinámicos de la
sociedad contemporánea: el público consumidor, por un lado y por el otro, las
autoridades, el Estado o el gobierno, que son sinónimos, para este caso del
concepto de poder público. Ahora bien, es evidente que frente a estos dos
factores dinámicos de las sociedad contemporánea la función del hombre de
relaciones públicas consiste en crear en ambos sectores una imagen adecuada de
la empresa que representa. Es indispensable que al actuar como hombre de
relaciones públicas un buen crédito frente a la autoridad, ya que el estado
moderno es cada vez más una fuerza actuante en el mundo de los negocios.
No es posible
pensar en la época contemporánea, que se pueda vivir en la empresa encerrado en
una torre de marfil, alejado de los problemas de la comunidad en general y de
los problemas públicas y políticos directamente. La empresa está ligada a la
actividad económica de un país y como el Estado hoy en nuestros días,
independientemente de nuestro gusto personal, es uno de los elementos
promotores del desarrollo económico, la relación directa de la empresa y el
Estado es una r3elación básica y fundamental para el Estado y para la empresa.
Una empresa
que tuviese una carencia de Relaciones Públicas en el sentido de relación
pública de su empresa y de contacto y de conexión de su negocio con las
autoridades sería una empresa con serias dificultades en su desarrollo interno;
esto ya no es posible pensarlo, conforme a la socialización de los medios de producción
y de consumo característica de nuestra época. No obstante que hay en estos
momentos grandes reacciones a favor de que una retracción de la actividad
pública en los negocios privados vaya creciendo, conforme esto suceda, el papel
de las relaciones públicas en el sentido del contacto con la autoridad es un
papel decisivo y fundamental en la actividad de una empresa y esto no solo se
refiere a las empresas de gran capital social de gran fuerza económica, sino a
todas las empresas en la escala de la mediana, de la pequeña e incluso la
artesanía.
Petróleo,
energía eléctrica, acero, cemento, las grandes fuerzas que hoy crea la sociedad
contemporánea, necesitan una estrecha y circulante actividad de relación
directa con el Estado y con la autoridad. Si esto no acontece así, se pude
producir en estos grandes sectores trastornos de consecuencias inimaginables y
a veces catastróficas para estos sectores de actividad, que en parte podrían
explicarse por una falta de desarrollo del concepto de la actividad social , de
las relaciones públicas.
Piensen
ustedes que lo que se debate hoy, en estos momentos el mundo de nuestros días,
es precisamente si una actividad debe pertenecer o no al sector público, o si,
al contrario, debe ser de la exclusiva incumbencia del sector privado.
En definitiva,
es fundamental e importante la imagen, la relación y el contacto que se forma
de los negocios privados frente a la actividad de la autoridad. En segundo
aspecto figura el público consumidor. Si importante es tener buenas relaciones
con el Estado, tanto o más importante es tenerlas con el público consumidor,
porque ahí ya no está en juego la posición política del negocio, ahí está en
juego la existencia misma del negocio.
Si nosotros no
logramos presentar al público, que es en última instancia el juez que decide de
la existencia de nuestra producción, un producto cuya imagen y cuyo gusto
satisfaga al consumidor, nosotros habremos fracasado. Desde el punto de vista
de lo que se busca a través de una empresa significa, a la postre, la quiebra
del negocio, es decir, el cierre de una fuente de trabajo y consecuentemente el
fracaso del empresario, del director o de los socios. Frente al público
consumidor y frente a la autoridad hay un personaje que ha nacido del mundo
contemporáneo, ese personaje es el hombre de las relaciones públicas; en los
dos ángulos y en los dos campos tienen amplísimo radio de acción.
En la medida
en que tenga buenas relaciones públicas una empresa con el Estado y en la
medida en que una empresa tenga una buena imagen frente los consumidores,
logrado por el hombre de las relaciones públicas, en ese medida podremos decir
que esa empresa tendrá éxito y el hombre de las relaciones públicas será un
personaje indispensable en el desarrollo de esa empresa.